Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020

En el recuerdo

Abuela, Otra vez pensado en ti, como en cada momento que pasa. Sigo con los ojos empañados en lágrimas porque esas no me han abandonado desde que te fuiste. Cuando se cumplió el mes de tu marcha fui demasiado cobarde para escribirte y pensé: "lo haré cuando sean dos" . Sin embargo, he sido demasiado impaciente para eso. Ver los primeros copos de nieve cubrir Caimodorro y la ermita me sigue produciendo la misma angustia que durante los últimos once inviernos. Esos en los que no hemos sido capaces de apreciar ni por un segundo la belleza de un paisaje nevado. Esos once años en los que se convirtió en una obsesión mirar por la ventana para comprobar si seguía nevando. En los que el papá se levantaba constantemente a lo largo de la noche, si llegaba a acostarse, para comprobar si la carretera estaba cubierta de nieve. Todo ello porque tu vida dependía de que al día siguiente pudieras hacer ese viaje que te mantenía con vida y al mismo tiempo consumía tu energía.  No fui capaz de

Ya son dos

Abuela, los viernes por la noche se han convertido en una auténtica pesadilla. Suponen el inicio de una nueva cuenta. La cuenta de las semanas que hace que ya no te veo, que ya no te escucho.  Al llegar esta noche a casa, después de haber estado todo el verano subiendo corriendo a ver si estaba todo en orden, la primera intención ha sido ir corriendo hacia tu cama para comprobar si tú estabas ahí, pero no. El vacío ha inundado toda mi alma. Y mira que la semana pasada me prometí no estar haciendo lo mismo esta, escribiéndote como si me fueras a leer, pero no lo he podido evitar. Ha sido tan extraña la sensación al entrar en casa... y, no voy a negarlo, he sentido tanto miedo también.  Pero no todo ha sido triste. Al pasar por la puerta del horno de la Enriqueta nos he visto en aquellas noches de verano, cuando yo era una enana, y me iba de paseo contigo y la tía Patro, para después sentarnos a la fresca. Me viene a la mente cuando íbamos con ella, siempre tan única también, y cogíamos