Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2020

Nodus Tollens

  CAPÍTULO I: SILENCIO El trinar de los pájaros es el único sonido que se escucha en el espacio en el que me encuentro. Miro a mi alrededor. El paisaje que se descubre ante mis ojos es imponente, tan bello e intimidante al mismo tiempo que solamente la naturaleza podría haberlo creado, y mantenerse allí donde la mano del hombre todavía no ha llegado. En la lejanía puedo apreciar cómo una cascada rasga las rocas sin cesar, pero se encuentra lo suficientemente lejos como para oír el ruido del agua deslizarse por la piedra, rompiendo en el lago de agua cristalina que queda a sus pies. A su alrededor un bosque frondoso, que tan apenas deja percibir un rayo de luz, intimida a quien pretende adentrarse en él. -         ¿Cómo he llegado hasta aquí? – formulo la pregunta en voz alta, pero en realidad no espero que nadie me responda. Estoy sólo en este extraño paraje. -         Porque solamente tú has sido elegido para descubrirme – me responde una voz suave, pero que al mismo tiempo su

Réplicas

La duración de las réplicas de un terremoto, ¿pueden prolongarse en el tiempo más que el propio terremoto? Esta es la pregunta que se cruza por mi mente mientras voy pasando distraídamente, y de forma sistemática, las hojas de la revista que acabo de coger mientras espero que llegue el autobús que ya lleva más de un cuarto de hora de retraso. Desde que he puesto un pie en la estación, las imágenes que sucedieron hace un año no paran de pasar por mi mente a la velocidad de la luz. Las veo como si de la perspectiva de un espectador externo se tratase. Te veo con tu cabello rubio y rizado, un tanto alborotado, dando vueltas por el andén de la estación mientras hablas por teléfono con voz titubeante. Sólo yo sé que la persona con la que estás hablando soy yo misma porque cada minuto que se retrasa mi llegada sólo incrementa tus ganas de verme y tenerme entre tus brazos. De repente, has pausado el ritmo de tus pasos y te detienes con la mirada fija en la entrada de la estación. Un autobús b

Inconsecuencia tenaz

CAPÍTULO I: LLEGADA Una estrecha carretera de trazo sinuoso se despliega ante mis ojos. Apenas alcanzo a ver los próximos doscientos metros de trayecto puesto que una curva pronunciada a la derecha impide que pueda observar a una mayor distancia el itinerario que todavía me falta por recorrer. El firme de la calzada se desprende ante el mero roce de las ruedas y las líneas blancas que en un pasado marcaron el límite de la carretera se encuentran tan desgastadas que apenas son perceptibles; tan sólo queda alguna mera muestra que refleja que hace tiempo estuvieron ahí. Me encuentro tan concentrada en no salirme de la carretera en cada una de estas curvas y en intentar anticipar la posibilidad de que se aproxime otro vehículo en dirección contraria que no soy capaz de apreciar la belleza del paisaje que se interpone ante mis ojos. He logrado desviar ligeramente la mirada hacia el cielo y apenas alcanzo a ver la cumbre nevada de las montañas desprovistas de vegetación, debido a la altura,

Tú, no sólo en mis sueños

Es esa sonrisa inútil y estúpida la que temo. Sí, me refiero a esa sonrisa que sentencia la imposibilidad de retroceder en el momento en el que la sientes aparecer en tu rostro. Esa que anuncia que ya todo está perdido. Esa que ni siquiera es tan pronunciada como para que se puedan ver los dientes, pero que el brillo de la mirada que la acompaña dice más que la extensión de los labios. Es esa sonrisa la que ha vuelto de un modo que no podía esperar y que de nuevo trae consigo esa sensación de vértigo por arriesgar. Vuelve la ilusión, y a su vez los miedos y las inseguridades. Esa maldita razón que trata de anteponerse siempre al corazón. Ha aparecido porque tú eres esa única persona capaz de generar en mí un cúmulo de sentimientos tan diferentes. Nunca entenderé por qué cuando te tengo sólo quiero dejarte marchar, pero te anhelo cuando no estás. Es en esta última situación cuando no abandonas mi mente ni por un ligero instante, cuando esos momentos compartidos se abren camino entre mis