CAPÍTULO I: SILENCIO El trinar de los pájaros es el único sonido que se escucha en el espacio en el que me encuentro. Miro a mi alrededor. El paisaje que se descubre ante mis ojos es imponente, tan bello e intimidante al mismo tiempo que solamente la naturaleza podría haberlo creado, y mantenerse allí donde la mano del hombre todavía no ha llegado. En la lejanía puedo apreciar cómo una cascada rasga las rocas sin cesar, pero se encuentra lo suficientemente lejos como para oír el ruido del agua deslizarse por la piedra, rompiendo en el lago de agua cristalina que queda a sus pies. A su alrededor un bosque frondoso, que tan apenas deja percibir un rayo de luz, intimida a quien pretende adentrarse en él. - ¿Cómo he llegado hasta aquí? – formulo la pregunta en voz alta, pero en realidad no espero que nadie me responda. Estoy sólo en este extraño paraje. - Porque solamente tú has sido elegido...