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Tic - tac

Tic-tac, tic-tac.

En la habitación en la que me encuentro es tal el silencio que me rodea que el transcurso del tiempo es el único sonido que perciben mis oídos. Cierro los ojos y me concentro en el sonido para evitar perderme en mis pensamientos, pero no soy capaz. Estos me absorben irremediablemente, sin poder ver más allá; como si en medio de un banco de niebla espeso me encontrara.

Al escuchar las saetas del reloj no puedo evitar pensar en esa palabra que me he repetido tantas veces en las últimas semanas: tiempo… Pero no, realmente creo que el tiempo no es la solución. El tiempo no le da tregua a la cabeza; esta va a su ritmo y no entiende de tempo. Poco le importa la marca de adagio, moderato, allegro o presto. Tiene su propio compás, poco le importa su duración… ¡Va a su puta bola!

¡Oh, no! La niebla es tan espesa que las gotitas de agua calan hasta los huesos… Siento los ojos vidriosos a pesar de tenerlos cerrados; las lágrimas intentan escapar a través de las pestañas. Y no… NO QUIERO… no puedo permitirme volver a llorar. Simplemente porque no me da la gana. Porque mi lado racional me dice que no llore. Pero no soy capaz. No hay recuerdo que no bombardee mi cabeza a cada segundo que pasa, no hay canción que no traiga imágenes a mi mente…

Frío, frío como el agua del río (frío, frío)
O caliente como agua de la fuente
Tibio, tibio como un beso que calla (tibio, tibio)
Y se enciende si es que acaso le quieres

Tu amor despierta y lava su carita
De rosas me salpica
Y sin saber es una vía láctea
Que gira y me da vida

Tu amor lo guardo dentro de mis ojos
Como una lagrimita
Y no los lloro para que no salgan
Tus besos de mi vista


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